Mala fortuna para Manuel Maldonado en su participación en el 54 Rally Princesa de Asturias – Ciudad de Oviedo. Una avería en su SEAT Ibiza Kit Car EVO II hizo que el piloto almeriense y su copiloto, Alicia Rodríguez, se vieran obligados a abandonar cuando habían completado la primera mitad del el Gr.A Legend Rally.
Sí el año pasado, en su estreno en el clásico rallye asturiano, el buen tiempo había acompañado a los participantes, entre los que estuvo Maldonado, que disfrutó al máximo de la experiencia, en esta ocasión las condiciones climatológicas fueron las típicas norteñas. Los cambios de lluvia a sol fueron constantes, complicando enormemente el estado de los tramos, en los que se alternaban zonas secas con otras muy húmedas y hasta con barro.
Aun así, Manuel y Alicia estaban decididos a llevar a término la prueba que, tras la multitudinaria ceremonia de salida de la noche del jueves, en el centro de Oviedo, y el shakedown del viernes por la mañana, se desarrollaba el sábado para los equipos que competían en el Gr.A Legend Rally.
Se trataba de un recorrido compuesto por seis especiales a disputar sobre cuatro tramos diferentes, que arrancaba a primera hora de la mañana con el de Siero, al que seguía el más largo del rallye, Villaviciosa. A poco de iniciar sus algo más de 23 kilómetros, Maldonado ya notaba que la dirección del Ibiza Kit Car EVO II no iba bien. El problema se iba acrecentando en la siguiente especial, primera pasada por los el tramo de Colunga-Piloña, que el piloto almeriense conseguía terminar pese a todo.
De vuelta a la asistencia, el equipo trataba de solventar la avería pero, pese a sus esfuerzos, no era posible conseguirlo por lo que el abandono era inevitable. Una auténtica lástima porque a todos los miembros de la formación andaluza les hacía especial ilusión completar la prueba asturiana por segundo año consecutivo, algo que esta vez no era posible debido a los caprichos de la mecánica.
En todo caso, la experiencia en el histórico rallye asturiano era de nuevo muy satisfactoria para Maldonado y su equipo, encantados con las numerosas muestras de cariño recibidas por parte de la entendida afición local, que apreciaba especialmente el SEAT Ibiza Kit Car EVO II del piloto almeriense, un coche de auténtico pedigrí mundialista que volvía a ser uno de los más admirados y fotografiados de cuantos competían en el Legend.